Les cuento que entre cactus y cactus estuve haciendo otras cositas que ya iré mostrando, entre ellas le hice una funda (o algo así) a un puf que era de mi mamá, de su juego de dormitorio. Pieza que para mí tiene un valor incalculable! de chica lo adoraba! muy mullido y cómodo! y además tapizado en terciopelo (pero terciopelo posta, eh! nada de imitaciones baratas!!) carmín! todo un lujo!! mi mamá no nos dejaba ni mirarlo casi!! de más está decir que ella lo tenía al lado de su cama para apoyar alguna prenda, o el deshabillé (ja! ANTES eran deshabillés, ahora son batas!)
Ahí se quedó juntando polvo, pobrecito, porque por más que uno lo cuide, siempre algo de polvo entra en la casa; y sus cuarenta y tantos años se le notan.
Mi amorcito me trajo una espuma para limpiar tapizados que hizo el milagro de dejarla impecable!! pero... sólo una parta porque a la mitad del experimento nos quedamos sin espuma y quedó... humm... cómo decirlo... veteado? jajaja!! hasta que compre otro limpiatapizados, se me ocurrió hacerle esta fundita colorida, aprovechando unos ovillitos de colores.
Le pone un toque de color al living, donde está ahora luciéndose en todo su esplendor!