Siempre me fastidia ir al super. Desde chica. Otra cosa es lo que me pasa cuando estoy
afuera (en un viaje del trabajo) ahí sí voy con buena disposición. Y a los chinos (los bazares tipo "todo por $2" ó "dollar store") que los veo como una especie de viaje al descubrimiento, donde me veo como a una especie de
treasure hunter y realmente me gusta, es como una adicción, si paso por un chino, entro. Aunque esté apurada.
La cuestión es que acá, me fastidia. Ni bien entro ya me quiero ir (y eso que el super en donde vivo no hay casi gente, nunca hay más de dos o tres personas en la cola de las cajas, sólo los fines de semana están llenos, que hay mucha gente que viene sólo los fines de semana) Así que hago las compras por internet. Una o dos veces por semana, sentadita cómoda en el sillón, escuchando mi música, con el baby a upa o gateando o jugando cerca, seguro y vigilado. Con lista en mano de las cosas que hacen falta, sin tentaciones. Comparando con otro súper simplemente teniendo las dos páginas abiertas. Me toma como mucho, 10 minutos. Levante la mano quien tarde en el súper menos que eso. Y mientras hago otras cosas importantes como mimar al retoño, barrer o pensar qué voy a cocinar -o cicinar!- o dormir... las chicas de discovirtual me preparan el pedido. Si falta algo me llaman para avisarme y proponerme alternativas. Diganme si no son un amor! siempre respetuosamente, con una amabilidad que nunca ví. Después los chicos del reparto me traen el pedido a casa. Siempre la mejor onda. Muchas veces nos quedamos charlando un rato o mi amorsis les muestra el último aeromodelo que está haciendo. Son un fenómeno, la verdad. Con un par de ellos nos hicimos amigos.
Toda esta intro es para contar lo que sigue:
Los pedidos vienen en unas bolsas de nylon blanco-transparentes, bastante grandes pero de material finito, asi que a veces cuando hay cosas más o menos pesadas, ponen dos. Las uso para todo: para la basura es lo más frecuente. Para guardar ropa de otra estación. Para envolver objetos frágiles al guardarlos. Para hacer "mantelitos" y no ensuciar con pintura la mesa. Para tapar cosas... y junté tantas que a pesar de todos los usos y reusos seguía teniendo muchas!
Así que me dije: es hora de meter tijera y gancho y hacer algo con eso. Así salió la primer canastita-caramelera embellecida con una cinta verde clarito que saqué de un chiche del enano antes de que se la coma:
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le hice un ojal para colgarla |
Después hice un
vestidito portamaceta, agregando tiritas de otras bolsitas de colores (soy una vizcacha!! no tiro nada!) quedé conforme con el resultado:
Mi malvón nunca estuvo tan mimado. Espero que ahora se digne florecer el atrevido.
Y ahora sigo con otro y ya casi me terminé las bolsas hasta el próximo pedido al súper!
Me parece un reuso piola de unas bolsas que a veces se rompen y terminan contaminando en pilas y pilas de basura que no la van a extrañar. Y a mí me decoran el patio.
No me quiero meter en temas de ecología que no manejo, es demasiado complejo y muy poco lo que podemos hacer como ciudadanos-consumidores; habría que evaluar el sistema capitalista de consumo como productor de basura, en fin, muy muy complejo...
Un beso grande a todas y muchas gracias por la visita!!